Tenemos un amiguete, Samuel que tenía ganas de probar un par de restaurantes en Valladolid, bien es verdad que nosotras conocíamos los dos pero encontrarnos con una amigo que vive en Mexico por curro nos pareció una idea estupenda..el único error fue hacerlo justo después de navidades…en fin, una vez más nos tenemos que sacrificar por amigos, ¡que cruz comer bien!
Estuvimos un par de dias en enero y la verdad muuucho frio. Nosotras llegábamos después de nuestras navidades caribeño-andaluzas que puedes ver aquí https://viajarycomerbien.com/navidades-en-andalucia-o-porque-no-hace-falta-irse-al-caribe/ y llegamos a Valladolid con -2 grados y muertas de frio, claro.
A lo que vamos, la idea era comer, que es lo nuestro. Reservamos en un restaurante llamado Trigo https://restaurantetrigo.com/ donde habíamos comido hace unos 4 años, cuando todavía no tenía una estrella michelin.
Bien es verdad que según nuestra teoría cuando a un restaurante le dan una estrella, suele subir bastante el precio el menú, pero no era el caso de este, de hecho yo creo que tenía el mismo precio.
El trigo esta en el centro de Valladolid y probamos el Menu degustación.
El menú se llaman Menú festival y cuesta 55 euros iva incluido más bodega que para un restaurante con una estrella es más que aceptable.
Me volvió a sorprender igual que hace 4 años, la vajilla, preciosa y la cubertería, muy cuidada, para cada plato un tipo o color de cubierto, pero hemos de decir que la comida no nos sorprendió tanto.
Es verdad que hemos de decir que son 55 euros que es mucho menos que lo que acostumbramos a pagar en este tipo de restaurantes, pero no nos pareció nada fuera de lo esperado.
El servicio correctísimo, el trato muy agradable peeeeero…..nada más.
Por la noche, no satisfechos del todo nos fuimos de pinchos, en una de las mejores ciudades de España para comer pinchos..he de decir a nuestro favor, que no comimos mucho pero ahí van algunas fotos de muestra.
Son 3 trampantojos muy logrados estéticamente, ya que los envoltorios y todo lo que acompaña al pincho es espectacular, bien es verdad que el precio tampoco es económico, no debemos olvidar que hablamos de cocina en miniatura, no de un bocatita de jamón( con todo el respeto a los bocatitas de jamón que me gustan, pero son sencillos de elaborar)
y seguimos comiendo…
Al día siguiente teníamos una reserva en la FINCA SANTA ROSALIA en Vízmalo, un pueblo de Burgos a 1 hora más o menos de Valladolid https://www.fincasantarosalia.com/
También habíamos estado en alguna ocasión. Aquí el tipo de restaurante cambia mucho, me explico. Para nosotras hay básicamente dos tipos de restaurantes(haciendo un resumen muy resumido) y son los que trabajan elaboración y los que trabajan producto.
Los que trabajan elaboración en este caso podría ser el TRIGO y los que trabajan producto sin duda es la FINCA SANTA ROSALIA. No quiere decir que en uno no tengan buen producto ni que en el otro la elaboración no sea mas que correcta, quiere decir que su fuerte es uno u otro…suele ser así.
La Finca Santa Rosalía, además de ser un lugar bonito para visitar, es un restaurante, y tiene productos gourmet en varios supermercados, es el resultado de un señor con una mente muy innovadora y adelantada a su tiempo que conoció el mercado del wagyu hace muchos años y decidió traerlo a nuestro pais. Como diría Esther…”claro, era vasco” en fin, que era un señor que en su día tuvo una idea estupenda.
Y pensó si tengo animales, tengo que darles de comer y empezó a crear y producir los alimentos para dar de comer a sus animales y además comercializa la mayor parte de ellos, como son derivados de perdiz, vino ecológico y por supuesto wagyu.
Es muy interesante una primera visita a la finca para ver estos potentes animales, además de entender su forma de vivir el producto, su concepto sobre las D.O. vinícolas y muchos datos interesantes que como consumidores a veces desconocemos.
Nosotras pudimos probar algunos de sus menus..ahí van las fotos.
Como siempre, muy muy recomendable, los menús van desde los 40 euros con el iva y la bebida de su bodega incluida(vinos ecológicos, blancos, rosados y tintos) y se pueden elegir diferentes menús.
Los menús son abundantes y el trato es muy muy amable.
El lugar además es muy muy bonito, enfocado también a bodas y celebraciones y rodeado de viñas y jardines es un marco espectacular para una comida excelente. Esta empresa tiene otro restaurante en Bilbao que hasta la fecha no hemos tenido oportunidad de conocer, pero que sin duda lo haremos.
Un finde de frio, pero con buena mesa y buena compañía.
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