Esta historia puede comenzar en mayo …o junio del 2020, es decir, pleno confinamiento cuando ya hemos conseguido equilibrar nuestra mente para hacerle saber que realmente en casa se esta bien…no solo bien, se esta muy bien, tan bien, que no apetece salir, y con ese “engaño” pasamos el confinamiento haciendo como casi todos, deporte en casa, mucha lectura y alguna serie. En una de nuestras “vino llamadas” una vino amiga nos contó que habían hablado con unos amigos sobre ir cuando el confinamiento terminara al restaurante A Poniente. La idea nos pareció tan buena que la hicimos nuestra, sobre todo porque deseábamos como locas que la experiencia confinamiento terminara y poder ir libres a hacer una de las cosas que mas nos gusta…comer.
Esther cogió cita de inmediato para una fecha que cuando tuvimos calendarios laborales actualizados no nos iba nada bien, pero claro…la cambiamos.
Una vez metidas en harina pensamos…”joe..hasta Cadiz a comer…” y decidimos ampliar días y hacerlo en 5 días y poder visitar alguna cosa mas…por lo que pasamos de coger una cita para comer a planear una escapada de 5 días con avión incluido.
Durante el post confinamiento nos dió tiempo a pensar si queríamos combinarlo con un poco de playa…o algo de ciudad….bueno, al final el clima no acompañaba como para hacer playa, así que decidimos hacer una visita a Doñana.
Nada mas llegar a Sevilla, cogimos un coche de alquiler y nos fuímos a dormir a Doñana pero como teníamos tiempo queríamos visitar El Acantilado del Asperillo, una pasarela que comunica con una playa, largísima y esta en la zona de Doñana.
Se encuentra entre Matalascañas y Mazagón y pertenece a Almonte, Huelva.
Después de visitar la playa nos fuimos a cenar a Almonte, donde disfrutamos de algo de gastronomía local pero sobre todo embutidos, que según mi teoría están curados con el aire de Andalucía que da un sabor y una curación muy diferente a la curación del norte.
Probamos cinta, jamón, quesito y alguna otra variedad de la zona…y a dormir nos fuimos a La Aldea del Rocío.
Deciros que para una persona del norte, como soy yo, me sorprendió y mucho La Aldea. No se que esperaba pero desde luego no era lo que encontramos. Es una aldea sin asfaltar(eso ya impacta un poco) pero con el tamaño de un pueblo grande donde las casas se siguen unas a otras en calles rectas y largas, casas bajas de una sola planta donde en la puerta hay una especie de barras para atar a los caballos….y eso dice mucho de la zona.
Dormimos y al día siguiente teníamos una visita organizada(no puede ser de otra forma) en el Parque de Doñana.
La visita parte de La Aldea y se va en un autobús pequeño durante unas 4 horas visitando los humedales y avistando pájaros. Deciros que no vimos muchos animales, porque la epoca no era la mas adecuada…quizá esta visita resulte mucho mas interesante en plena primavera o verano.
Después de la visita nos dirigimos a Costa Ballena que es una zona bastante turística llena de hoteles de playa que seguro en verano estarán a reventar pero en esta epoca donde las mañanas y noches son fresquitas, pues no había mucha gente.
Aun asi pudimos disfrutar de un poco de temperatura y tomar un poco el sol.
A la mañana siguiente nos levantamos con un viento huracanado, y decidimos salir para Jerez, donde habíamos quedado para visitar una bodega, quizá un clásico, Gonzalez-Byass.
Hicimos una visita guiada(nosotras que venimos de tierras de vinos) nos damos cuenta que las bodegas en otras zonas son completamente diferentes..quizá un poco mas pequeñas, y eso que esta era realmente grande. Cuando terminó la visita nos dieron a probar 3 vinos de la bodega.
Por la tarde y después de picar algo por Jerez, poco porque estaba casi todo cerrado al ser lunes, nos fuimos para Cadiz, donde habíamos cogido un apartamento.
La tarde la pasamos de paseo por Cádiz, porque al día siguiente teníamos la cita en A Poniente, que era el motivo real de este viaje.
A poniente…nuestra impresión
Primero de todo debemos decir que el entorno del restaurante nos resultó bastante decepcionante, enfrente de una estación de tren, en una zona industrial un poco abandonada…pero vamos, que teníamos claro que íbamos a comer…y a comer fuimos.
Como buenas comensales nos presentamos allí un rato antes, como 30 minutos antes para curiosear, tomar algo…ver…etc. pero la recepción nos decepciono un poco…nos dejaron esperar en la puerta mas de 15 minutos y solo nos abrieron a las 12.45, 15 minutos antes de nuestra reserva…
Pensamiento: Si, es cierto que llegamos antes, pero por dios…no nos podían dejar entrar….o tomar algo…o algo…dejarnos en la puerta cuando vamos a dejarnos mas de 200 euros en comer…no se…un poco feo..no??
Bueno, sigo…esto no presagiaba nada bueno…pero bueno…vamos a ver.
Entramos en el restaurante a las 13.00 y salimos a las 15.30 que para los que alguna vez hayáis probado este tipo de menú sabéis que no es mucho tiempo cuando habitualmente los menús degustación suelen extenderse 3 o 4 horas.
Y ahora bien…¿ que nos pareció?
Y sobre todo…las clásicas dudas..¿ vale lo que cuesta?, o ¿repetirías?, o ¿te sorprendió?
Vamos allá….lo mas curioso y sorprendente es pensar que todo lo que comes esta hecho de pescado o marisco o derivados del mar, y eso sorprende bastante, pero claro, el tema no es de que este hecho el menú…el tema es…¿nos gustó? y la respuesta es…pues no..no tanto como debía ser…y para lo que pagamos nos pareció caro. Entiendo que elaborar esos platos basados en productos del mar no debe ser fácil, pero no nos gustó nada tanto como para repetir.
Nuestra idea cuando visitamos este tipo de restaurantes es siempre que la comida que vamos a probar nos debe sorprender por su sabor.. porque lo que se dice comer…todos comemos pero claro, no es la comida de casa…por lo tanto…¿es diferente? si, ¿nos gusto? pues no…¿volveríamos? pues no…no volveríamos.
Y es una pena…porque hemos estado en otros restaurantes con estrellas Michelin(recordemos que este tiene 3) y en todos los casos nos ha apasionado la comida…pero en este caso no..mas bien, nos ha decepcionado…y mucho.
Pero bueno, es un riesgo que asumimos…
Por la tarde, seguimos de paseo por Cadiz y al día siguiente hicimos una visita al Mercado donde compramos varios pescaditos de la zona que nos los cocinaron allí mismo. En la planta de arriba del mercado hay un restaurante que por un módico precio te cocina lo que tu compres…y allí que nos fuimos y la verdad, comimos bastante bien…coquinas..almejas…pez espada…atún…bueno, de todo un poco.
Esa noche fuimos a dormir al Parador de Cadiz, un sitio espectacularmente bonito al lado del mar.
El hotel es muy bonito y esta en un sitio bastante chulo de Cadiz..
A la mañana siguiente y antes de coger nuestro vuelo vuelta a casa, teníamos entradas para ver un espectáculo en la Escuela Ecuestre de Jerez, sobre “como bailan los caballos” y la verdad…nos gustó no…¡nos encantó!
Esto si nos pareció recomendable a tope…si vais por aqui…es imperdible.
Y corriendo corriendo como siempre vuelta al aeropuerto para volver a nuestra casa.
El viaje y Cadiz muy bien…los caballos y la playa, e incluso Doñana sin mucha vida también bien…pero A poniente….buf…en fin, cada uno debe vivir sus experiencias y esta fue la nuestra.
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